
Después del ataque perpetrado contra la sede de la Cadena Caracol, ocurrido el pasado jueves 6 de agosto, el flamante presidente de Colombia Juan Manuel Santos, dio marcha atrás en la posibilidad de iniciar el diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
En una ceremonia militar, el primer mandatario declaró: “Hasta que quienes quieren dialogar de paz no demuestren su voluntad, la puerta del diálogo estará cerrada. Los engaños se han venido acumulando a través de la historia. El gobierno nacional, cuando considere que las circunstancias están dadas sacará la llave y abrirá de pronto la puerta a una negociación“.
Sin embargo, distintos analistas coinciden en que los responsables del hecho fueron grupos de ultraderecha, con fuerte presencia en las fuerzas militares, interesados en que no se inicie el diálogo con la guerrilla ya que esto perjudicaría sus intereses políticos y económicos.
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