Periódico de jóvenes y trabajadores, antimperialista y anticapitalista

El Espejo Nro 194

Última edición del 2010

Para debatir y opinar

Grupos de Google
Suscribirte a El Espejo de Argentina y el mundo
Correo electrónico:
Consultar este grupo

jueves, 24 de septiembre de 2009

Unasur y las bases militares extranjeras: Bases británicas en Malvinas y control estratégico del Atlántico Sur

El tema central y virtualmente excluyente en la Cumbre de presidentes realizada a fines de octubre en Bariloche fue la grave preocupación por la seguridad militar en el subcontinente sudamericano. El acuerdo entre Colombia y EEUU, que facilita a este último país la utilización de bases militares en territorio colombiano, motivó una honda preocupación en la región, en especial por parte de Brasil, Venezuela y Ecuador. A su vez, Colombia observa con ojo crítico la militarización de algunos países sudamericanos. Brasil, principal país de la región, teme que la presencia militar norteamericana en las cercanías de sus fronteras refuerce la amenaza para sus dos grandes reservorios de recursos naturales; a saber: la Amazonia (biodiversidad y recursos renovables) y su plataforma marítima atlántica (megayacimientos de hidrocarburos, también conocida como la Amazonia Azul).

A la par que se preocupa legítimamente por la instalación de bases extranjeras, Brasil lleva adelante una efectiva política de defensa de sus recursos soberanos y territorio. Muy por el contrario, lamentablemente en nuestro país existe un desinterés manifiesto de la gran mayoría de la dirigencia política argentina por esta temática. En este marco, no ha resultado sorprendente, la insulsa e ineficaz intervención de nuestra Presidente en la cumbre de Unasur. Argentina no levantó como hubiera correspondido la voz frente a la presencia en las islas Malvinas de una megabase militar británica en expansión, cuya única justificación es el control estratégico del Atlántico Sur y la apropiación de sus recursos naturales. Ni siquiera tiene la excusa que no era un tema de agenda, dado que otros mandatarios sudamericanos incluyeron, de manera inteligente y solidaria, el tema Malvinas en sus intervenciones. Pero esto no es un error, sino parte de una decisión política, que se quiere ocultar. La razón oculta de este “bajo perfil” es “hacer buena letra” ante las potencias centrales frente a la necesidad de volver a los mercados internacionales y multinacionales de crédito. La Argentina mejoraría notablemente su situación económica financiera con sólo anunciar una firme política de puesta en valor y recuperación y protección de sus recursos naturales. La desidia de nuestra clase dirigente frente a esta temática o su complacencia o complicidad con esta situación lejos de disminuir el riesgo país lo acrecienta. Por el contrario, un país que gestione y administre con responsabilidad y eficacia sus activos naturales generará en el mundo confianza y prestigio. Nadie respeta a quién, en lugar de defender y aprovechar lo que le es propio, confía su suerte a ilusorias dádivas internacionales. En la Argentina, en la reciente campaña electoral, solo una agrupación incluyó en el debate la temática de los recursos y obtuvo un inesperado éxito electoral, el resto de las fuerzas políticas mostró apatía e indiferencia e incluso una cierta hostilidad. Los recursos de la plataforma continental argentina existen y son propiedad del Estado nacional, y por lo tanto patrimonio de todos los argentinos. El caso Malvinas contiene todos los ingredientes de un caso de manual de hipótesis de conflicto. Existe una controversia de soberanía no resuelta, una megabase militar de última tecnología, petróleo, gas, pesca y vocación expansiva marítima territorial por parte del ocupante-usurpador. Desde el Grupo Ulises instamos a todos los argentinos de buena fe a tomar conciencia de lo que está en juego y a la dirigencia a no seguir con la política vergonzosa y claudicante que a nada bueno nos ha conducido.

Grupo Ulises

No hay comentarios:

Publicar un comentario