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jueves, 15 de abril de 2010

Atizando el debate: ¿Derechos Humanos oficialistas?


Por Nicolás Alessio

¿Quien se anima, sin temor a ser inmediatamente descalificado por facho, derechista, golpista…. a hacer algunas observaciones críticas a algunos de los organismos de derechos humanos o a algunas de las declaraciones de Hebe de Bonafini?
Es muy sencillo hablar de diálogo, de pluralidad, de respeto y búsqueda de acuerdos, pero, en estos días argentinos, parece casi imposible. Nos ganan inmediatamente los dogmatismos, las descalificaciones, los improperios.
No siempre se ve con claridad que los derechos humanos son también, y de manera esencial -no perimetral- los Derechos Sociales. Por eso son muchas las voces que intentan decir que se siguen violando los derechos humanos. Y decirlo, no niega, ni mucho menos, al contrario, realza todo lo que este gobierno ha hecho y hace por Memoria, Verdad y Justicia. Pero no decir lo anterior, poco favor le hace a la Memoria, la Verdad y la Justicia. ¿Quién puede negar que los miles de desaparecidos, los miles de torturados y los que hoy continúan aquellas luchas lo hicieron y lo hacen por otro modelo de sociedad? Por una sociedad socialmente justa, por una democracia que no es sólo la que da garantías ciudadanas, sino la que asegura trabajo, dignidad, pan y libertad para todos.
Si es así, si el recuerdo nos lleva a soñar con lo que soñaron aquellos mártires ¿es coherente decir que se está dispuesto a dar la vida por el proyecto que llevan adelante Néstor y Cristina? “Pero aquí estamos Cristina. Aquí estamos Néstor. Aquí les decimos: adelante. No van a poder con nosotros, nunca nos van a vencer, desde donde sea ahí estaremos y les decimos desde aquí, aquí estamos, no van a poder con nosotros, más firmes, más fuertes, más seguras, que la libertad se consigue con mucha pelea, nuestros hijos dieron su vida y nosotras también estamos dispuestas a darla si es necesario para conservar este proyecto maravilloso que entre todos tenemos que llevar adelante y defender”, dijo Hebe en Plaza de Mayo el 24 de marzo.

¿No es una exageración de barricada que ni siquiera se justifica por el pánico que nos genera “la derecha”? Cómo quedan aquellos que tanto o más se comprometen con los derechos humanos, pero que toman una clara distancia ideológica del kirchnerismo. ¿No es abusivo, destemplado, identificar al kirchnerismo como la vanguardia de la lucha por los derechos humanos? ¿En esto, no se equivocan acaso, algunos Organismos demasiado ligados al oficialismo? Esto lo señaló, a su estilo, Luis Juez, lo que le costó durísimos reproches, sin embargo, terminaba diciendo: “…hay que profundizar el tema, no alcanza con que sea feriado, habría que ver cómo hacer para que en las escuelas se discuta y para que estas cosas las tengamos incorporadas, hay una generación completa que no tiene idea de lo que pasó”. Algo similar planteó Pérez Esquivel en una carta memorable (ver pág. 3).
Digamos entonces, Memoria, para que esté siempre presente el “Nunca Más” en nuestras conciencias y nuestras calles; Verdad, para que la lucha por los derechos humanos siga perteneciendo al patrimonio de los sectores populares y no a ningún gobierno en particular; y Justicia, para que hoy esos derechos humanos se extiendan a los desaparecidos-invisibilizados de la democracia, los excluidos sociales, las víctimas de un sistema capitalista, liberal, provocador de empobrecidos. El debate sigue abierto.

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