Elecciones en Córdoba

Victoria con bemoles

Analizando el resultado electoral de la Provincia de Córdoba, este admite al menos dos observaciones aparentemente contradictorias.
Luis Juez, candidato a senador nacional por el Frente Cívico ganó en toda la provincia, lo que implicó la primera derrota electoral del Partido Justicialista en los últimos diez años, hecho de una importancia política no menor, ya que nos consolida como espacio de alternativa al bipartidismo en todo el territorio provincial. Este triunfo se podría catalogar de épico si tenemos en cuenta que entre el PJ, la UCR y el kirchnerismo gastaron más de 100 millones de dólares en la campaña electoral, con una propaganda obscena por el despilfarro, mientras que el Frente Cívico prácticamente no tuvo aparición en los medios masivos de comunicación.
Pero hay que reconocer también que el triunfo no fue tan holgado como el mismo Luis Juez esperaba (había vaticinado una diferencia entre un 10 y un 15 por ciento, y resultó ser de sólo un cuatro por ciento). A ello hay que sumarle que la UCR gana en el tramo de diputados nacionales, superando a los candidatos del Frente Cívico, y éste pierde 12 puntos en relación a los votos obtenidos en las elecciones de octubre del 2007 en la Capital provincial, bastión del juecismo desde 2003.

Escenario éste muy alejado del que se imaginó el Frente Cívico, que de haber obtenido una diferencia aplastante, transformaría tan solo en un trámite menor las elecciones a gobernador del 2011.
Los resultados de las elecciones del 28 de Junio pasado muestran un contexto (de cara al 2011), donde el FC, el PJ y la UCR, con escasa diferencia de votos, quedan posicionados en la disputa por la gobernación de la provincia.
En Córdoba, igual que en el resto del país, no se discutieron ideas. Los debates televisivos mostraron a los candidatos que se repetían alrededor de las mismas frases, sin mostrar diferencias ideológicas o políticas de fondo cuando de abordar los grandes temas nacionales de trató.
¿Alguien puede decir con argumentos serios que por los votos a De Narváez en la Provincia de Buenos Aires, ganaron las ideas de la derecha? ¿O que con el excelente desempeño electoral de Fernando Solanas en Capital Federal o de Sabatella en provincia de Buenos Aires, se consolidó una “opción de izquierda”?
El desarrollo de la crisis en los próximos meses hará que los viejos y los nuevos emergentes del último acto electoral tomen posiciones que objetivamente los pongan a favor o en contra de las mayorías.
En nuestra provincia los comicios del 28, muestran que el 2011 es una fecha con final abierto y que el bipartidismo ha renacido con una fuerza inesperada agitando la posibilidad de que los vencedores de hoy pueden ser los vencidos del 2011. Sin ideas, sin proyectos o programas es imposible dotar a la política de un sentido distinto al de un juego de azar o al de un concurso de afiches callejeros.
Desde Córdoba, será muy difícil derrotar al bipartidismo sin una fuerte referencia nacional. De allí nuestro compromiso de contribuir a la construcción de un sólido espacio nacional y popular que ofrezca una salida progresista a la crisis en curso.

Enrique Torres Castaño