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miércoles, 15 de julio de 2009

Tiempo de cambios

Por Vilma Ripoll *

Ya se votó. Hay nuevo momento político, de fuertes cambios e inicio del fin. Las renuncias, enroques y “llamados” confirman que el proyecto K salió muy golpeado. Sectores masivos usaron el voto-castigo que tuvieron más a mano. Esa bronca la canalizaron distintas fuerzas que, en el conflicto del campo, fueron anti-gobierno. En su campaña, también Solanas fustigó la política agraria oficial. Ninguna oposición burguesa sale como alternativa firme hacia 2011. Unión PRO ganó en Provincia y Capital, pero casi no está en el resto del país y Michetti perdió 15 puntos. No vemos un giro a derecha, sino voto-castigo. Y la alianza UCR-Carrió-PS aumentó su peso en el Congreso, pero quedó tercera en ambos distritos clave y con fuertes internas. La falta de un claro proyecto burgués de recambio es parte de la crisis del régimen político. Golpeado el bipartidismo en 2001, no pudieron reconstruirlo ni plasmar otro modelo. La gran burguesía que sostuvo a los K busca nuevos rumbos, pero aún no ve un puerto seguro. La crisis que abrió el Argentinazo no se cerró. Y así toda la oposición quiera “calma”, nadie puede descartar una salida anticipada.

Quien se destacó fue Pino. Con Proyecto Sur, quedó segundo en Capital y surge como una referencia nacional. Con años en la denuncia del saqueo, crítico de los K y de Macri, al no haber un giro a izquierda fue la opción de cambio contra la vieja política. Atrajo votos de variado origen, incluidas toda la centroizquierda y la izquierda. En ese marco, de conjunto la izquierda no fue alternativa. Nuestra votación, más allá de algún buen resultado en Santa Cruz, Chubut o Entre Ríos, fue más que modesta. Y en Capital y Provincia incluso no logramos retener lo alcanzado en la elección anterior. Creemos que sigue haciendo falta un nuevo proyecto de izquierda, amplio, unitario, no sectario ni oportunista, firme en un programa anticapitalista pero abierto a converger con otros sectores en la búsqueda de cambios de fondo. Por eso lamentamos que Solanas haya rechazado confluir con la izquierda, como le propusimos. Pino ha planteado ahora reconstruir un movimiento nacional, amplio, latinoamericanista y emancipador. Si se trata de una nueva variante de centroizquierda, como ya hubo otras, no romperá los marcos del sistema y terminará cediéndole al poder de turno. Así se apoyó leyes truchas K como Enarsa, Aerolíneas y las AFJP, en vez de plantar una alternativa independiente y llamar a movilizar por ella. Si hay cambios y avances en sus posiciones, se abrirá una dinámica distinta y se podrán explorar nuevas posibilidades. Y desde ya, haremos la mayor unidad de acción posible contra la deuda externa, por recuperar el petróleo y demás coincidencias que tenemos. Como la crisis capitalista empuja más tarifazos, despidos, inflación y ajustes, van a crecer los conflictos sociales, las nuevas conducciones sindicales y la búsqueda de alternativas políticas. Con compañeros de Proyecto Sur ya estamos compartiendo luchas contra Macri, por los jubilados, el INDEC y otras. En este tiempo de cambios, con acción y debate fraternal, el desafío es ir encontrando las mejores respuestas.-

(*) Dirigente del MST-Nueva Izquierda

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