Corrupción: como en la política cuando llega un año electoral, el fútbol tiene su momento de mayor atención tanto en lo deportivo como en lo económico a nivel mundial cada cuatro años. Hoy, los “pesados” de la tribuna gozan de la connivencia entre la política y los “trapos”.
En la actualidad se pueden advertir en distintas canchas banderas con la frase “Hinchadas Unidas Argentinas” cuyo proyecto pertenecería al dirigente kirchnerista Marcelo Horacio Mallo, el cual nuclea a un grupo elite de barrabravas en un pacto de no violencia entre ellas. Este pacto de no violencia tiene un solo motivo: el viaje al mundial de Sudáfrica. Según trascendió viajarían 250 barras y el costo demandaría más de un millón de dólares, dinero que saldrá del propio bolsillo de “Hinchadas Unidas Argentinas”, según aseguran sus protagonistas. Pero hasta entonces en las tribunas les basta con exhibir un trapo con una V y una K marcando el “Kirchner Vuelve” para gozar del beneficio de viajar al mundial en junio. En estos tiempos el fútbol y la política van de la mano, a tal punto que 10 efectivos de la Policía Federal viajarán a Sudáfrica para cumplir la función de custodia, algo que generó mucha indignación en tiempos de inseguridad permanente. ¿Esa cantidad de efectivos es suficiente para controlar a este grupo en otro país? ¿Por qué no se los controla acá? Según un informe de la ONG "Salvemos al Fútbol", la cantidad de víctimas fatales por violencia en el fútbol asciende a 249 y lista se sigue engrosando. El primer caso fue el de Pedro Demby de 26 años quien falleciera el 2 de noviembre de 1924 en la final del campeonato sudamericano entre Uruguay y Argentina, en tanto que el último caso registrado en nuestro país fue Roberto Caminos, el 19 de marzo de este año, tras el enfrentamiento entre barras de Newells y Rosario Central. Nuestro país, futbolero de exportación, no sólo se caracteriza por los jóvenes valores por los cuales se pagan considerables sumas de dinero, sino también por algo que llamamos “folklore” dentro del fútbol, cuyos animadores principales son los hinchas. Pero cuando de plata se trata, ahí es donde aparecen situaciones muy violentas que nos hacen pensar si el “folklore” no es otra cosa que el disfraz de la lacra social y violenta cuyos negociados terminan en muchos casos con la muerte de alguien.
Desde Salta, Nelson Ruiz
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