Seminario sobre el aborto en Argentina: Equipos de Salud debaten sobre el uso de misoprostol

“El aborto en los países donde se encuentra penalizado, significa el enriquecimiento de unos pocos y la muerte de muchas mujeres”.


La frase encabezaba la invitación al encuentro realizado el 21 de abril y convocado por la Asociación Metropolitana de Generalistas y Equipos de Salud (Agmeges), Cátedra de Salud y Derechos Humanos de la Facultad de Medicina (UBA), Feministas y lesbianas por la descriminalización del aborto y Médicos del Mundo, con el auspicio de un conjunto de organizaciones y movimientos (CTA, Federación Argentina de Medicina General, El Ágora, Corriente Nacional de Salud Salvador Mazza, Cicop, entre otras). Prevista inicialmente como sede el Salón del Consejo de la Facultad de Medicina, dificultades diversas obligaron a funcionar en otro espacio, el Centro Cultural de la Cooperación. La cantidad de inscripciones sobrepasó toda expectativa y reveló la necesidad de hacer visible un tema acuciante y que es responsabilidad de la Salud Pública. Los datos conocidos son elocuentes: se estima entre 460 y 600 mil interrupciones voluntarias el embarazo (Pantelides Edith, Conicet y Cenep y Mario Silvia, Instituto Gino Germani), una realidad donde la clandestinidad no impide la realización del aborto, sino que aumenta sus riesgos. El uso del misoprostol no sólo reduce la mortalidad sino también los riesgos para la salud. El objetivo del Seminario ha sido “contribuir a garantizar los derechos humanos de las mujeres frente al sistema de salud; es decir, que las mujeres encuentren en el sistema de salud un equipo que pueda asesorarlas antes y después de la interrupción voluntaria del embarazo, sin juzgarlas ni denunciarlas, para acompañar e intervenir en todo el proceso, evitando así que sufran lesiones o pierdan la vida en el intento. El desafío es compartir este conocimiento y despejar las dudas y mitos que rodean el aborto con misoprostol”. También brindar información y elementos legales a equipos y estudiantes de Medicina y otras disciplinas enmarcadas en la labor sanitaria y conocer la experiencia de otros países, como Uruguay a través de profesionales especializados. Quedó conformada una red contra el aborto inseguro y distintos mecanismos de intercambio.