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El Espejo Nro 194

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viernes, 21 de mayo de 2010

Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático: El capitalismo fue condenado


Anhelo: con gran cantidad de propuestas y asistencia masiva de muchos países y diversos movimientos, en Bolivia se gestó un gran avance para combatir los efectos del cambio climático y las consecuencias de aplicar la lógica capitalista en la Tierra.

Dos razonamientos centrales dejó en evidencia la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y la Defensa de la Madre Tierra: el capitalismo depredador e imperialista es el responsable de la crisis climática que atraviesa el planeta, pone en riesgo la vida humana y los equilibrios de la naturaleza; y los pueblos del mundo deben luchar por construir alternativas sociales y políticas en defensa de la vida y forjando la igualdad de los hombres y de toda la humanidad.
Los presidentes Evo Morales y Hugo Chávez, y el vicepresidente de Cuba, Esteban Lazo, junto a ministros de Ecuador, México, Paraguay y Nicaragua dieron realce a la clausura de la Cumbre que se realizó en Tiquipaya, valle central de Bolivia, en el Departamento de Cochabamba, entre el 19 y el 22 de abril último. Representantes de todo el mundo debatieron en 17 mesas de trabajo los distintos aspectos vinculados a la crisis climática y medioambiental.
La Conferencia, convocada por el primer presidente indígena boliviano, recibió a más de 20 mil delegados de los cinco continentes, quienes demandaron que las propuestas debatidas sean asumidas en la próxima reunión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Cancún, México, en noviembre próximo. Morales hizo este llamado luego del fracaso de la Cumbre Climática de Copenhague en diciembre de 2009, tras la denuncia presentada por Ecuador, Venezuela y Bolivia acusando de manipulación a las potencias desarrolladas e industriales.
Evo Morales Ayma afirmó que la consigna es “Planeta o Muerte” y destacó que “el responsable es el capitalismo, que busca la máxima ganancia, que mercantiliza todo, hasta el agua y la tierra”. En ese contexto, dijo el Presidente, “los hombres sólo somos considerados como fuerza de trabajo y por eso los pueblos buscamos la armonía entre nosotros y con la naturaleza que es la Pachamama, nuestra Madre Tierra”.
Agregó que el socialismo comunitario será la alternativa humana que eliminará el capitalismo y el colonialismo y advirtió: “aquí hay dos caminos: muere el capitalismo o muere la Madre Tierra. ¿Con quién estamos de acuerdo?

Problemáticas actuales

Al iniciar la Conferencia, los delegados de 120 países (28 de África, 35 de Europa, 17 de Asia, seis de Oceanía, 13 de Centroamérica y el Caribe, 12 de Sudamérica y tres de Norteamérica), entre gubernamentales, populares, científicos, expertos, de organizaciones sociales y no gubernamentales, participaron de un acto de ofrendas a la Pachamama, de acuerdo a los rituales andinos aymaras, que es considerada la deidad más importante de la cosmovisión indígena. En la evaluación de la situación climática planetaria, las mesas de trabajo de la Conferencia establecieron que los cambios acelerados en el clima, el medio ambiente y los eventos extremos están produciendo daños irreversibles e invaluables a la Tierra afectando la vida de los pueblos, sus derechos básicos, los recursos naturales y la cultura, poniendo en riesgo el futuro de las nuevas generaciones, las mismas que enfrentarán profundas crisis, guerras regionales, migraciones masivas y enfrentamientos cada vez más agudos. Asimismo, los efectos que ya se observan son la crisis del sector agrícola, la hambruna y miseria por falta de alimentos en muchos países, así como el déficit de los recursos hídricos, la salud, los ecosistemas, la biodiversidad y los recursos marítimos que van sufriendo modificaciones que repercutirán fuertemente en las condiciones de vida de los seres humanos, animales y vegetales. Los eventos extremos que hoy sufre la naturaleza, como inundaciones, sequías, catástrofes, retracción de glaciares, elevación de las aguas oceánicas, heladas y granizadas, pérdida de cultivos y de acuíferos, tendrán efectos sobre la población, especialmente de los países pobres que no están preparados para enfrentar tales situaciones. El calentamiento global que alcanzó en las últimas décadas 0,7 grados, irá en aumento geométrico si no se adoptan acciones y medidas drásticas al respecto, en el marco de los compromisos del Protocolo de Kyoto y del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambios Climáticos (Cmnucc), ya que existe el peligro de que el calentamiento global alcance más de 2 grados en los próximos 50 años, poniendo en grave riesgo el planeta y la vida. Ante la emergencia planetaria corresponde que las potencias industriales paguen la deuda climática a través de mecanismos vinculantes de su responsabilidad histórica con la conformación de un fondo exclusivo para la adaptación, manejado de manera soberana y equitativa por los Estados del Tercer Mundo y con el establecimiento de un fondo sostenible en el tiempo, formado con el 2%del PIB anual de los países desarrollados.

Los pueblos indígenas debatieron

Los delegados de los pueblos indígenas que plantearon que la actual situación climática tiene como causas estructurales y sistémicas la crisis del capitalismo, del colonialismo y de la dependencia. Estos tres instrumentos, aplicados durante siglos, son los responsables de explotar los recursos naturales, las culturas, los saberes y conocimientos de los pueblos, y la fuerza laboral, sobre la base de la división internacional de trabajo, que prácticamente ha dejado en la miseria a grandes poblaciones del mundo. Identificaron como responsables a las grandes corporaciones transnacionales, los Bancos y centros financieros y a estructuras multinacionales como la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) que están al servicio de las potencias imperialistas. Asimismo, denunciaron que los países que producen los mayores porcentajes de gases de efecto invernadero, como Estados Unidos con el 10% mundial, y los más desarrollados, con el 80%, tienen solamente el 20% de la población y afectan a los que menos contaminación producen y son las víctimas de los resultados de la crisis.

Potencia mundial, potencia contaminadora

Varias mesas de discusión consideraron las responsabilidades históricas respecto a las consecuencias de los daños ecológicos. Todas coincidieron en que los países contaminadores deben asumir su responsabilidad pagando una Deuda Climática definida en términos de “la deuda acu-mulada por los países del Norte industrial hacia los países del Sur a causa del saqueo de recursos, daños ambientales y la ocupación libre del espacio ambiental como depósitos de gases de efecto invernadero”. Las dele-gaciones indí-genas afirmaron la superioridad ancestral de los pueblos en su relación con la naturaleza considerando el equilibrio y la armonía entre los seres humanos, la naturaleza y el universo. La alternativa frente al manejo monopólico del agronegocio, degradante, concentrador de la tierra y con la utilización de agroquímicos peligrosos genéticamente, es el principio de la soberanía alimentaria, sobre la base de la producción orgánica de alimentos por los campesinos del mundo y la distribución democrática de la tierra laborable. También los asistentes a las discusiones durante los tres días de la Conferencia manifestaron su preocupación por los niveles de migración climática que actualmente desplaza a casi 50 millones de personas. Se estima que para 2050 llegará a movilizar a 200 millones de personas, sobre todo migrantes del Sur al Norte, donde reciben tratos racistas y xenófobos complementados con legislaciones restrictivas y políticas gubernamentales cada vez más discriminadoras. Una advertencia de los participantes resultó ser el eje central en el que se apoya el futuro de las iniciativas que surgieron de la Conferencia de Bolivia: las determinaciones y acuerdos adoptados serán viables y tendrán sentido sólo si se establece una instancia internacional, reconocida por las naciones, para ejecutar, vigilar, fiscalizar y sancionar los delitos y las infracciones contra la naturaleza que, se considera, tiene sus derechos exclusivos, tan importantes o más, que los derechos humanos. La Cumbre consideró que los principales derechos de la naturaleza a ser establecidos en la Carta Universal de la Madre Tierra son: no ser contaminada, bioregenerarla, no extraer recursos naturales de manera irresponsable, no dañarla con agroquímicos, restaurar su equilibrio y defenderla de todos los daños irreparables de la que pueda ser víctima.

Propuestas concretas para la cumbre en México

Los documentos y determinaciones aprobados en el evento de Bolivia, contenidos en la llamada Declaración de Tiquipaya, serán la base de la Agenda de Negociación de la reunión de presidentes convocada por las Naciones Unidas para fin de año en Cancún. Paralelamente a este encuentro de jefes de Estado se realizará una Cumbre Alternativa de movimientos sociales y populares. Al mismo tiempo, se determinó construir un Movimiento Mundial de Defensa de la Vida y la Madre Tierra y, a sugerencia del presidente boliviano, realizar la Segunda Conferencia Mundial de los Pueblos sobre los Cambios Climáticos y la Defensa de la Madre Tierra en algún país europeo. El presidente Hugo Chávez valoró los resultados de la Cumbre y dijo: “aquí están las propuestas de los pueblos, aquí están las alternativas para la humanidad”. Los presidentes se comprometieron a defender las posiciones adoptadas e invitar a los jefes de Estado de todos los países del planeta a defender la naturaleza y la humanidad ante el peligro de una catástrofe mundial.

Con textos de Eduardo Paz Rada

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