Riesgos ambientales

Renovación: con el esperado advenimiento de una ley de comunas en Buenos Aires, un nuevo movimiento parece comenzar a tomar forma en nuestro barrio de Almagro. Una renovada oportunidad de participación que en mucho recuerda a la vieja militancia política del retorno a la democracia y que asimila en nuestro territorio experiencias recientes de asamblearia efervescencia.
Existen en nuestro ámbito tres conflictos silenciados dentro de lo que podríamos denominar la Gestión Ambiental, que es indispensable exponer por su magnitud y alcance sobre el estado sanitario de nuestra población y su necesario arrastre sobre nuestra calidad de vida colectiva.
Ellos son: la exposición a radiaciones electromagnéticas de alta intensidad; el masivo empleo de componentes tóxicos en los procesos industriales; la proyección social de la inminente crisis energética.
La polución electromagnética: Con la creciente difusión de la revolución tecnológica en la comunicación, han aparecido nuevos peligros no considerados por los fabricantes y empresarios del sector de las comunicaciones. La exposición prolongada a ondas de radio frecuencia (RF) de tipo ionizante representa un peligro para la salud y un factor de riesgo en creciente desarrollo.
Existe un fuerte riesgo de exposición en la vecindad de plantas de transformación eléctrica, en la cercanía de enlaces de microonda, y bajo el alcance visual de antenas de telefonía móvil. Dichas fuentes de exposición deben ser desplazadas sin demora de los espacios dónde la concentración poblacional fuera alta.
Toxicología urbana: sin duda que la regulación actual cubre un gran número de circunstancias propias del quehacer industrial y existe además dentro del planeamiento urbano vigente, suficiente letra como para aplicar en caso de peligro tangible e inminente para la población. Sin embargo, numerosas sustancias altamente tóxicas quedan activas más allá de su uso industrial y se mantienen latentes en nuestro medio ambiente hasta hacer contacto con nuestra salud de una manera velada e imperceptible. Luego el afán rentístico fortalece esa invisibilidad desde la publicidad engañosa como parte indispensable del método de venta.
El futuro de la Energía: sin duda que el inexorable y paulatino agotamiento de nuestra matriz energética será el signo que caracterice esta naciente centuria. Nadie estará exento de tener que modificar hábitos largamente arraigados en torno a la forma en que actualmente hacemos uso de esta gama de recursos otrora baratos, abundantes que empleamos en la producción de nuestra energía.
Es un desafío de cara a la formación de nuestra naciente comuna, para una nueva generación de dirigentes sociales ajenos a la trama de poder dominante de quienes priorizan la concreción de la renta económica por sobre nuestras necesidades elementales.

Desde Buenos Aires, Arturo Avellaneda