Catalejo: “Por su léxico los conocereis”

Así como es verdad que se piensa con palabras, también lo es que las palabras reflejan el pensamiento. Por eso asusta escuchar a dirigentes políticos y periodistas al uso en entrevistas (convenientemente arregladas por agentes de prensa que todo dirigente que se precie tiene al por mayor), repetidas hasta el hartazgo en todos los medios.
El modelo típico es más o menos así:
Periodista: ¿Qué reflexión le merece esta medida? (no importa cuál, ni si es del oficialismo o la oposición)
Entrevistado: Bueno, a ver... vuelvo a reiterar que, digo, usted sabe que nosotros, digamos, estamos siempre comprometidos, digamos, con lo que es, digamos, la necesidad de que, a ver... las cosas sigan adelante, porque, nada, es hora de comprender que, digo, el país lo reclama...
Aplique este esquema a las próximas entrevistas que escuche y verá que no hay exageración.
No se trata sólo del penoso nivel cultural de la mayoría de los así llamados "políticos". También pesa que no puedan decir la verdad de lo (poco y mal) que piensan. Porque ninguno de ellos/as está empeñado en construir un país con las condiciones básicas para que no haya saqueo imperialista,
acabar con el analfabetismo, conla perpetuación de un aparato productivo basado en la exportación de materias primas, donde se acabe la explotación, la marginalización y las lacras sociales que de allí derivan.
Los gerentes del gran capital no sólo han rematado al país y al pueblo. También han enterrado en la chabacanería y la nadería al riquísimo acervo de la lengua que hablamos.