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sábado, 24 de julio de 2010

¡Basta de chantaje y mentiras: 82% ya para los trabajadores jubilados!


Por Víctor Mendibil (*)

Quiero expresar mi indignación ante el chantaje y la mentira. Resulta ahora que los trabajadores jubilados son “irresponsables” porque reclaman por sus derechos históricos, cuando los gobernantes de los estados municipales, provinciales y nacionales ofrecen recomposiciones salariales no remunerativas, profundizando la precariedad e irregularidad en el empleo. Como no indignarme ante el mayor empleador de la Argentina y promotor principal del trabajo no registrado. ¡Cómo no indignarme cuando el Poder Ejecutivo nacional recorre las provincias haciendo actos públicos donde se le restituye “generosamente” a los jueces jubilaciones por el 82% móvil y millones de trabajadores son condenados a recibir ingresos previsionales de miseria! Cerca del 80% de unos 5,5 millones de trabajadores jubilados perciben el monto mínimo de $895 y el 90% reciben ingresos por debajo de la línea de la pobreza. Con un salario mínimo y vital actual de 1.500 pesos, la jubilación mínima debiera estar por lo menos en $1.230 y eso no alcanza, por eso el movimiento de jubilados reclama una mínima de $1.600.

Resulta increíble escuchar discursos contra el 82% móvil motivado en una iniciativa legislativa, desconociendo que los motores de la demanda son los propios trabajadores jubilados. Es la lucha de nuestros viejos contra la privatización de la previsión social del gobierno del PJ con (Carlos) Menem y (Domingo) Cavallo, con la complicidad política de aquellos que en el gobierno de la Alianza no tuvieron problemas en reducir los ingresos de los estatales y los jubilados. Es la lucha de los jubilados contra la reducción de los aportes patronales en gobiernos liderados por el PJ o la UCR. Quiero enfatizar que fue la lucha contra la privatización y las AFJP la que sostuvo el sistema de reparto, para que no desapareciera, porque el objetivo era organizar un mercado de capitales con el aporte de los trabajadores. Es increíble que se bastardee la lucha popular, la tradición que expresan las 950 marchas. El régimen de reparto se mantuvo minoritario por la lucha, incluso subsistió en varias provincias por la resistencia sin claudicaciones del movimiento popular.
Se miente cuando se dice que es imposible el pago del 82%. Es una mentira, ya que son varios los trabajadores jubilados que perciben en nuestro país ese porcentual en concepto de jubilación. Entre los trabajadores estatales eso ocurre en provincia de Buenos Aires, Chaco, Chubut, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Santa Cruz, y en Tierra del Fuego. También perciben ese porcentual los trabajadores universitarios o los investigadores. Me indigna la mentira y el chantaje que pretende deslegitimar la demanda, especialmente con un gobierno nacional que tuvo política para eliminar el sistema de administradoras de fondos de jubilación y pensión, pero que al mismo tiempo es incapaz de recaudar penalizando a los evasores que mantienen elevado el carácter irregular del empleo, condenando a esa situación a cuatro de cada 10 trabajadores. Resulta un despropósito que se nos considere en actitud destituyente por reclamar nuestros derechos. Por el contrario, la vocación destituyente está en aquellos que insisten en no cumplir con el 14 bis y la aplicación de los derechos consagrados constitucionalmente.
No importa cómo se instalan los temas de discusión social, porque importa la histórica movilización de los jubilados reclamando por sus derechos. Vuelve a discutirse la posibilidad de abonar jubilaciones con el 82% móvil a todos los jubilados. La discusión es muy importante y debería ser parte de una agenda más allá de la coyuntura política, ya que involucra a los ingresos de millones de personas y hace a la calidad de vida de la población en su conjunto. Es un tema que incluye el debate sobre fondos previsionales y fiscales para asegurar cobertura previsional.
Son fuentes del fondo previsional las retenciones a los trabajadores, los aportes patronales y los aportes fiscales provenientes de fuentes tributarias. En las tres fuentes pueden generarse mayores recursos, eliminando la evasión previsional y regularizando la situación de los trabajadores informales; restableciendo los aportes patronales disminuidos entre 1992 y 1993, que solo entre grandes empresas representan 20.000 millones de pesos anuales; y modificando el régimen tributario gravando las ganancias y la renta financiera. Los fondos previsionales no son fondos fiscales y el volumen de la suma previsional necesita ser completado con recursos fiscales para alcanzar un ingreso acorde con la calidad de vida requerida en la última etapa de la vida. Esto es lo que se debe discutir. ¿Cuánto es el monto necesario que se requiere para asegurar una vejez de calidad en las condiciones históricas de la Argentina actual?
Seamos muy claros al respecto: el movimiento de jubilados levanta la consigna del 82% móvil. La discusión apunta a consultar a la sociedad si está dispuesta a resolver esa deuda pública por encima de otros compromisos u obligaciones fiscales presentes y futuras. No aceptemos el chantaje y las mentiras de aquellos que recrean el posibilismo y cancelan millonarias deudas eternas, impagables por ilegales e ilegitimas, cuando niegan elementales derechos de los de abajo. Hay que reconocer que con las moratorias previsionales del último tiempo fue importante el crecimiento de población receptora de jubilación. Son más de dos millones de personas. La discusión ahora no pasa por si se puede o no pagar el 82% móvil, sino sobre cuáles son los cambios de política económica que se requieren para asegurar una previsión social de calidad acorde con las demandas de los propios jubilados.
La lucha por el 82% móvil es de todos los trabajadores. Los trabajadores judiciales lo hemos logrado en algunas provincias, lo luchamos en otras y nos comprometemos a no parar hasta que todos los trabajadores alcancemos el 82% móvil. Son varios los gremios que perciben el ingreso demandado. El sistema nos niega el derecho y por ello es justo indignarse. Pero además de indignación, nuestra obligación es redoblar la lucha organizada de los trabajadores. Para ello sustentamos la pelea por la recuperación de la CTA, para que deje de ser apéndice de la CGT y del gobierno, y se comprometa en un camino de autonomía de los trabajadores para la liberación. Es un camino que se transita en la disputa y conquista de reivindicaciones históricas y concretas, entre las que figuran a la cabeza las demandas por una jubilación que satisfaga las necesidades de los mayores.

¡Qué no nos frenen con posibilismo!
¡No aceptemos el chantaje y las mentiras!
¡82% móvil ya para todos los trabajadores!

(*) Secretario General Federación Judicial Argentina
y secretario de Interior de la CTA

1 comentario:

  1. La cuestión no es la legitimidad del reclamo, indiscutible. La cuestión es que quienes reclaman el 82% también pongan la cara para financiarlo, que sean los que impongan los impuestos y contribuciones que hacen falta.
    Declamar que la plata está es posibilismo ingenuo o mala intención política. A ponerse, que políticos sin chances de enfrentar el problema sobran y esos son los que tienen ideas simplistas, total que les importa!
    Están en el desgaste nomás.

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