Periódico de jóvenes y trabajadores, antimperialista y anticapitalista

El Espejo Nro 194

Última edición del 2010

Para debatir y opinar

Grupos de Google
Suscribirte a El Espejo de Argentina y el mundo
Correo electrónico:
Consultar este grupo

sábado, 24 de julio de 2010

Pueblos originarios y criollos en el Gran Chaco Sudamericano: una sola fuerza para luchar por la tierra

Alerta: Desde que las compañías productoras de semillas transgénicas motivaron a los empresarios a invertir en los campos, los campesinos e indígenas del norte argentino vienen corriendo serio peligro. Con la excusa de producir alimentos a bajo costo y la necesidad de los países desarrollados de buscar una alternativa a los combustibles fósiles (petróleo, gas), éstos han puesto sus ojos en tierras vírgenes del Gran Chaco Sudamericano, una rica biodiversidad que por sí sola produce alimentos, abrigos y energía para los pueblos que la habitan.

El proceso de destrucción comienza al quitarles las tierras a los habitantes originarios. Luego le sigue el desmonte para instalar estancias ganaderas, que es el anticipo a la preparación del suelo para la siembra de soja y el uso del herbicida conocido como glifosato, exterminador de otras plantas.
A raíz de esa amenaza, representantes de diversas organizaciones políticas y sociales del campesinado han decidido organizarse para enfrentar al monstruo capitalista y defender el territorio del Gran Chaco Sudamericano que, en nuestra Argentina, la componen las provincias de Corrientes, Chaco, Formosa, Santa Fe, Catamarca, Santiago del Estero y otras.
Los proyectos mineros arrasan en Catamarca
En épocas estivales, un grupo importante de ciudadanos de Santiago del Estero emigran hasta la vecina provincia para una oportunidad laboral, principalmente en la cosecha de la aceituna; a Catamarca, el cultivo de esos productos le resta cantidades de agua de los causes precordilleranos, dejando sin posibilidades a los campesinos de regar sus propios cultivos debido a los desvíos del agua hacia las plantaciones de los empresarios; además se suma la contaminación por el uso de productos químicos. También los elementos utilizados en los megaproyectos mineros que vienen instalándose en la provincia, como lo señala un lugareño, Rafael Aguirre: “En el caso del oeste catamarqueño nos afligen las instalaciones de yacimientos mineros que el gobierno justifica diciendo que por ahí pasa el desarrollo, por lo tanto justifica la construcción de rutas y caminos que dice ser para el desarrollo de los pueblos; en realidad es para favorecer el paso de camiones y máquinas de los proyectos mineros que ya son un peligro debido a la contaminación de los ríos porque usan los deshielos para las industria devolviendo el agua contaminada”. El dirigente agrega que el gobierno se ha preocupado de cooptar a las organizaciones para que en nombre del pueblo transmitan un discurso favorable a las empresas que invaden el valle catamarqueño.

La trampa correntina y ley de bosques de Formosa

El Ministerio de la Producción de Corrientes tiene un programa de regularización de tierras. El representante de organizaciones campesinas de la provincia señala: “…incluso te ponen abogados, te hacen los trámites pero te crean otro problema. Te ponen un precio que una persona que vive de la producción no puede pagar. Si te ponen financiamiento, primero tienes que pagar el 40% sino no te lo otorgan; ellos saben muy bien que un campesino no puede hacerlo, entonces lo hacen adrede.”
En tanto, el dirigente del Movimiento Campesino de Formosa (Mocafor) señala: “En la misma ley de bosques nos van metiendo una trampa. La provincia de Formosa implementa una serie de políticas de conservación de áreas boscosas y no boscosas, que dice fortalecer a los sectores de menores recursos, a las comunidades aborígenes y deja establecidas reglas claras para todas y en un régimen de seguridad jurídica, pero abajo nos ponen una cláusula que dice: te vamos a dar un título donde puedes vender, es decir una empresa puede venir a invertir y comprar esos terrenos para volver a colocarlo al servicio de los monocultivos”. Así lo interpretan las comunidades de Formosa debido a que las inversiones subsidiarias y créditos son casi nulos para los pequeños productores.


Desde Santiago del Estero,
Pedro Herrera y María Tolosa

No hay comentarios:

Publicar un comentario