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jueves, 15 de octubre de 2009

Duendes por la dignidad


Por Matías Tisocco

En una entrevista llena de música e historias de lucha, el músico y compositor Guillermo Pflüger, cuenta cómo se le ocurrió hacer un libro para chicos con las anécdotas y vivencias de los trabajadores de la cooperativa del hotel Bauen y la estrecha relación con su historia personal.
Estamos acostumbrados a que los libros para niños tengan mensajes y moralejas relativamente parecidas a lo largo de la historia. Sin embargo, hay personas que mediante un arduo trabajo de redacción, recolección de datos y excelentes ilustraciones logran conjugar un divertido libro de calidad para niños con un mensaje claro y didáctico sobre una temática pocas veces abarcada desde la literatura infantil: la recuperación de una empresa por parte de sus trabajadores, en este caso en particular, la historia del hotel Bauen y sus luchas. El pianista y compositor Guillermo Pflüler tuvo la idea de hacer el libro “Duendes por la dignidad” después de vivir junto con los trabajadores del hotel sus luchas desde los comienzos. Con el gran desafío de plasmar esas vivencias en un texto para niños con la historia de la toma del Bauen. “Uno de los días en que andaba buscando trabajo de pianista en bares y restaurantes vi que el hotel estaba tapiado y con custodia policial. Pensé que ahí podía haber un piano y entré. En ese momento me atendió Osuna, hoy amigo y compañero de trabajo, y me preguntó qué necesitaba, le dije que quería tocar el piano. Ahí me llevaron hacia uno que estaba bastante sucio y con una pata rota, me ayudaron a acomodarlo un poco y toqué unos temas y ellos cantaban. Es el piano que actualmente está en la entrada del hotel”, cuenta melancólicamente Pflüfer. Pero Guillermo se preguntó que hacían exactamente 17 personas en un hotel cerrado por sus dueños, a lo que ellos respondieron “estamos tomando el lugar”. Rompieron el candado e ingresaron por el Bauen Suite resistiendo los constantes intentos de desalojo por parte del dueño. “Me encariñé con los trabajadores, yo iba todos los días a tocar el piano. Al año me dicen que el juez les autoriza a abrir el primer salón, llamado Embajador, y también a hacer el primer baile. Para eso traje una consola y arreglamos dos parlantes viejos e hicimos el baile. Nos ayudó la gente de empresas recuperadas y de Cooperativa Chilavert. Recuerdo que recaudamos 50 pesos”. Pero ese fue sólo el comienzo de su historia. “Al año me dicen si me quiero quedar a trabajar con ellos; abandono mi vida de músico profesional y en el hotel me encargo del sonido, ayudo en el lavadero, a arreglar sillas y a realizar múltiples tareas”. Característica que se repite en muchos trabajadores del hotel, hacen todo lo que se puede, a pesar de tener sectores y tareas concretas, se encargan de tareas necesarias para el mantenimiento del lugar. Fue en la cotidianeidad que a Guillermo se le ocurre la idea del libro. “Todas estas experiencias quise plasmarlas en un libro y hace dos años recién pude editar las primeras 2000 copias. Sinteticé todo lo que pude tomar de este lugar, de las historias de los trabajadores”. Pero no trabajó solo. La redacción estuvo a cargo de la profesora y licenciada en artes plásticas Mirta Narosky y las caricaturas en manos de Fernando Gómez “Shúfer”, a quién le llevó dos meses de arduo trabajo porque “los cuadros están pintados detalle por detalle y a témpera, lo que fue costoso pero tiene un gran nivel. Cada uno pintado y caricaturizado”

Pero no fue fácil al principio para Guillermo. Según cuenta Osuna, un trabajador correntino de los primeros que tomaron el hotel, “nadie creía que iba a poder hacer el libro. Pero él nos preguntaba todos los días, iba a su casa y anotaba todo lo que le contábamos. Y así fue que logró su objetivo. Yo lo apoyo en sus proyectos. Además, con lo que ganó del libro recuperó su dinero y lo demás lo donó a la cooperativa. Con ese aporte compramos sillas y otras herramientas”. A pesar de que muchos no le dan la importancia que se debe a una emprendimiento cultural de esta magnitud, inclusive dentro del Bauen, este relato sintetiza el espíritu de solidaridad y respeto que reina entre los trabajadores. La síntesis de “Duendes por la dignidad” cuenta que a través de personaje de duendes, representantes simbólicos de aquellos idealistas, logramos así recuperar el hotel intentando conducir a nuestros pequeños futuros ciudadanos a la solidaridad y el espíritu de lucha con el sentido de que la unidad hace la fuerza”. Además de la importancia de plasmar las vivencias en un formato para niños y hacerlo de manera impecable y con una edición hermosa, el prólogo de Osvaldo Bayer avala estas afirmaciones. Aquí un extracto del prólogo escrito por el autor de la Patagonia Rebelde: “Duendes por la dignidad es un relato para niños del cual deben aprender los adultos. No soportar la injusticia, el egoísmo, la maldad. Unirse para lograr el bienestar para todos, el derecho a la dignidad. Duendes que triunfan sobre un rey todopoderoso que posee la fuerza de las armas. Los duendes lo van a enfrentar con la otra fuerza, la verdadera, la del derecho de ganar el sustento para sus familias, que es lo que se llama justicia social. Responder a la pregunta ¿Por qué los bienes de la tierra tienen que ser para unos pocos y el hambre y la desocupación para la mayoría? Los duendes del relato de la abuelita responden con los hechos: se organizan, trabajan y presentan las evidencias. Tal cual lo han demostrado los trabajadores argentinos en el hotel Bauen. Ante el abandono por parte de los dueños ocuparon el hotel y se pusieron a trabajar para ponerlo en marcha, y lo lograron. El cuento de la abuelita es nada más que verdad de nuestra realidad. Contra la misión de pocos, la fuerza de todos en encontrar el camino de la felicidad mediante el trabajo mancomunado y la mutua solidaridad. Así tiene que ser nuestra sociedad. Terminar con los niños con hambre en nuestras calles, con los trabajadores desocupados, con las familias viviendo en villas de enorme pobreza incluso sin agua. Un cuento fantástico en cuanto a sus resultados no en cuanto a su imaginación porque esto que hicieron los duendes lo podemos hacer todos los humanos, basta darse coraje y tomarse de las manos para marchar juntos hacia el futuro como amigos en la unión fraterna. Si todos nos comportamos como los duendes surgirán muchas abuelitas que relataran nuestra acción y nos servirá una rica chocolatada con bizcochos caseros”. Para Guillermo el trabajo aún no está terminado y va por más: “para el año que viene queremos sacar la segunda edición del libro con un disco compacto incluido, y ya empezamos a trabajar en la obra teatral. Mis mayores anhelos son hacer la síntesis con orquesta sinfónica y llevarlo al dibujo animado, pero esto es muy costoso”. El libro termina con el himno a las empresas recuperadas compuesto por Pflüler y que describe la esencia de esta obra y el espíritu de los trabajadores “Somos presente y futuro, a resistir y recuperar”.

1 comentario:

  1. noooooooooooooooo muyyyyyyyyyyyyy bonito esta muy bn redactado aunk un poko largo :) 3:)O:)♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

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