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viernes, 12 de junio de 2009

Huerta Grande: Declaración Parte 5

Una herramienta política de y para las masas

Por estos días la voluntad de transformación profunda, encarnada en cientos de miles de trabajadores, estudiantes, chacareros y profesionales, están dispersas. Los propios participantes en este encuentro trabajamos en diferentes proyectos, sea para concurrir a las próximas elecciones, sea para acumular fuerzas en tareas de base. Algunos de nosotros tendremos participación electoral significativa el próximo 28 de junio. Otros seremos expresiones apenas testimoniales y otros dejaremos de lado esa forma de expresión política. A todos y todas, sin embargo, nos anima la decisión de luchar por el poder político real, con las mayorías participando democráticamente en todos los órdenes de la vida nacional, para producir los cambios que la hora impone.
El objetivo es por tanto la conquista de una democracia participativa popular, un gobierno de y para las masas, con el poder central en función de los intereses de la nación y del conjunto del pueblo, siempre partiendo de la noción de “patria grande” latinoamericana y actuando en función de la unión de Nuestra América.
Con este horizonte, cada milímetro ganado, sea en el terreno que sea, cobra un valor diferente y mayor porque es la parte viva de un todo y se inserta en un plan de acción estratégica. Todos y todas tenemos la determinación de que el conjunto de expresiones antimperialistas de nuestro país converja en una poderosa herramienta política que, en todos los terrenos, verifique la capacidad de unir a las grandes masas de nuestro país y busque la convergencia con los pueblos hermanos de América Latina.
Nos proponemos elaborar un programa y proyectar una fuerza política de y para las mayorías, que conjugue en su máxima expresión la gloriosa historia de nuestro pueblo y de nuestra clase obrera. En consonancia con ese legado y con la realidad de disgregación y ausencia de referencias netas, aspiramos a construir una Federación –que no queremos Santa, sino Revolucionaria- capaz de aunar millones de voluntades en todo el país y con la firme determinación de avanzar codo a codo con nuestros hermanos latinoamericanos encabezados por Cuba, Venezuela y Bolivia.
En consecuencia con estos propósitos, adoptaremos como centro de nuestro accionar alguna de estas tres ciudades cargadas de historia: Paraná, Rosario o Córdoba, excluyendo a Buenos Aires, como prueba del esfuerzo por constituir un verdadero federalismo revolucionario.
Nos proponemos promover de ahora en más, según un cronograma a definir, encuentros locales, regionales y nacionales que discutan estas ideas. Promoveremos reuniones en cada punto del país donde un grupo de compatriotas se disponga a participar plena y democráticamente en la edificación de una herramienta política propia. Alentaremos que delegaciones genuinamente representativas de esos encuentros locales y regionales converjan en una o más convenciones nacionales, a fin de avanzar en definiciones políticas y organizativas y gradualmente presentar a la nación una alternativa real.


Mediante esa labor conjugaremos el extraordinario acervo de nuestras luchas obreras, estudiantiles y campesinas, incluyendo las grandes batallas por los derechos de la mujer. Nos esforzaremos por moldear con esa argamasa una unidad superadora. Empeñaremos nuestros sentimientos y capacidades con la solidaridad y generosidad que sólo puede generar un compromiso inclaudicable con nuestros héroes y mártires, para constituir la representación genuina de la voluntad de los explotados y oprimidos.
En el 40 aniversario del Cordobazo, en el histórico sitio donde el movimiento obrero aprobó un programa para la acción de extraordinaria vigencia en la actualidad, los aquí reunidos nos comprometemos, ante la Patria y la Historia, a entregar nuestros mejores esfuerzos, nuestra vida si es preciso, para colocar a Argentina a la altura de lo que demanda este momento histórico y el extraordinario lugar que en él ocupa América Latina.



Huerta Grande, 30 de mayo de 2009

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