Diálogo, reforma política y tarifazos

Primeras derivaciones del resultado electoral

“Dejar en manos únicamente de los partidos la designación de sus candidatos me parece que no es suficiente garantía de estabilidad democrática y de fortaleza institucional de los partidos políticos. Creo que es hora de discutir, estamos abiertos”... Esta frase la emitió Cristina Fernández en su discurso del 9 de julio en Tucumán, como parte de su llamado al diálogo. Resulta que ahora no es suficiente dejar en manos de los Partidos la designación de sus candidatos, y hay que llamar a interna abierta. Es decir: cualquiera pueda votar en las definiciones internas de cada partido. ¡¡Qué falta de pudor!! ¡¡Qué insulto a la inteligencia!!: ¿quién la eligió a CF como candidata al cargo que ahora tiene? No fue una interna abierta. No fue siquiera un partido. Fue su esposo, por entonces Presidente, con el voto amarrado de un tercero, Alberto Fernández, en ese momento jefe de gabinete.

Nadie puede tomar en serio la voluntad oficial de reformar el corrupto sistema actual. Ellos no sólo escogieron candidaturas en abierta negación de cualquier metodología democrática. Después, para evitar la conformación de un poderoso bloque antimperialista a escala nacional, adelantaron la fecha de elecciones. Y luego, como no era suficiente para ganar, inventaron esa burla intolerable de las “candidaturas testimoniales”. Además, el mecanismo que se propone ahora existía formalmente en el entramado (o entrampado) institucional. Fue desconocido por el gobierno en 2003 y formalmente derogada la ley en 2006, por el entonces presidente Néstor Kircher. Tal vez la Presidente actúa convencida de que este país está poblado de ingenuos. Si se deja de lado esa primera impresión, queda lugar para otras interpretaciones. Una es que el matrimonio simplemente trata de ganar tiempo. Otra, que se está vengando de los intendentes del conurbano: en pago por la traición a Kirchner, les lanza el aparato encima, reduce a un mínimo la cantidad de candidatos posibles y puede hacer naufragar una cantidad de candidaturas no subordinadas al aparato central. Además, se intenta impedir la expresión de los partidos con poco caudal electoral. Muy lejos de un paso hacia la democratización del mecanismo político del Estado burgués, ésta es otra maniobra para evitar que pueda expresarse la voluntad de las mayorías. Vacilaciones en el frente burgués Ni un solo empresario asistió a la ceremonia de juramento de los ministros del apresurado recambio. Tampoco el secretario de la CGT. Como se sabe, el apoyo de Hugo Moyano lo recuperó el gobierno a elevado y poco meditado precio: la Presidente echó a un secretario designado 24 horas antes por el flamante ministro de Salud y le devolvió al cegetista el control de 900 millones anuales. En correspondencia, el sindicato de camioneros cerró las paritarias con un aumento del 17%. Como parte de la misma operación , a fin de neutralizar el vacío provocado por los empresarios, horas después CF llamó al diálogo. Mientras tanto, comenzó a desenvolverse lo inevitable: el sinceramiento de las tarifas en los servicios públicos, retenido durante el período pre-electoral. El mazazo en los precios del gas y la electricidad pulveriza la economía familiar de 4 de cada 5 familias. Ahora vendrá, inexorable, el aumento del transporte. Y todo seguirá ese ritmo marcado por los servicios públicos, largamente disfrazados. El cuadro está a la vista de todos: recesión con elevada inflación, cerrojo de la CGT para que no haya un combate salarial a la medida de las necesidades y diálogo gobierno-capitalistas para sostener la rentabilidad empresaria y el equilibrio del gobierno. Ya hay voces de la derecha llamando a un adelanto de las elecciones de 2011. Y una cantidad de aves de rapiña a la expectativa. De nuestra parte, no estaremos de acuerdo con ningún adelanto y enfrentaremos todo intento de desestabilización institucional. Sobre la base de la defensa incondicional de los derechos de los trabajadores, aceleraremos la marcha para construir nuestra propia fuerza política. Más que nunca en nuestra historia, las reivindicaciones económicas de las clases explotadas y oprimidas se juegan en el terreno político. Que ellos dialoguen mientras se sacan los ojos. Nosotros vamos a la organización y la lucha.