Editorial: Oportunidad

Detrás del despliegue del aparato de la CGT, muy particularmente del sindicato de Camioneros en el estadio de River, el pasado 15 de octubre detonó una prueba de fuerzas en la interna del PJ y en las contiendas de poder con los jefes del conurbano. Sólo los intendentes de Quilmes y Tres de Febrero (Francisco Gutiérrez y Hugo Curto) estuvieron presentes.

Alrededor de 70 mil asistentes llegados en micros que cercaron las zonas aledañas, escucharon al titular cegetista Hugo Moyano y a la presidenta como únicos oradores. Cristina Fernández definió el acto como Coloquio de la Lealtad, en contraposición al coloquio empresarial de Idea (Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino) que tenía lugar en Mar del Plata. Sin embargo varios hechos relativizan la firmeza de las adscripciones confiables. El gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli acudió al evento patronal. También se mostró en el acto convocado por el camionero. El sector de los llamados “gordos” de la CGT se abstuvo.
Moyano montó su despliegue por un lado, con un mensaje al gobierno para mostrar por dónde circula el soporte del equipo kirchnerista y la capacidad para “mover a la gente”. Fue claro en sus palabras al demandar lugares en todos los poderes del Estado. Una antesala del inminente escenario electoral, los armados de listas y la disputa de cargos.
Se avecinan nuevos realineamientos políticos, desplazamientos impregnados por el oportunismo y las ventajas de ocasión. Es el terreno en el cual transita el espectro de la partidocracia burguesa movida en su núcleo central por las estructuras del PJ y la UCR. Muchas organizaciones del denominado arco progresista suelen quedar entrampadas en esa dinámica. Su futuro es la disgregación. Cabe recordar el ciclo Frente Grande-Frepaso-Alianza. El “infantoizquierdismo” reitera su práctica a escala sectaria. Sólo voces contundentes, que no puedan ser manipuladas ni confundidas con la oposición ni con el gobierno pueden afirmar un horizonte de masas.
Otra vez la oportunidad. Para que el signo de la unidad social y política de la clase trabajadora y nuestro pueblo esté del lado del lado de la Revolución. Así honraremos a nuestros desaparecidos, a las luchas obreras y populares de hoy y de siempre, a los 500 años de resistencia.