Insólito: en el grupo de la red social Facebook llamado “Si estás a favor de la policía infantil ¡Unite!, se pueden ver fotos y videos de niños tirados en el piso, vestidos con chalecos antibalas, realizando ejercicios de adoctrinamiento. Además de desfilar y realizar el entrenamiento destinado a aspirantes a esa fuerza, los niños de entre nueve y catorce años forman parte de la “Policía infantil de Esquel”, dedicada a rescatar sus “vocaciones policiales”. Repercusiones y polémicas.
Por iniciativa del capellán Adrián Mari respaldado por las autoridades policiales, todos los sábados, en el Casino de Suboficiales de esa fuerza en Esquel, cuarenta y cinco chicos y chicas de entre nueve y catorce años se reúnen para diversas actividades planificadas por la iglesia Católica y la institución. Apuntan -dicen- a inculcarles “valores de la vida”.
En cada encuentro los chicos entonan una canción llamada “Nuevo Sol”, compuesta con motivo de la visita del Papa Juan Pablo II al país en la década del ’80. Además comparten las actividades que coordina el sacerdote, se les sirve la merienda y desfilan haciendo honor a la fuerza.
En la Unidad Regional Esquel, dicen que el proyecto aún debe ser aprobado por la jefatura en Rawson y tuvo sus primeras manifestaciones en Semana Santa. En agosto se iniciaron las charlas y talleres, integradas por hijos de policías, militares y vecinos.
Justificativos y repercusión
Mari reveló que policías en actividad pasan a saludar a los chicos y “comparten con el uniformado, porque la idea es que en la calle se los salude y le regalen, por ejemplo, un alfajor por el servicio que prestan. En realidad los chicos comparten el uniforme entero, aunque no es un problema porque se les explica que así como el maestro tiene su uniforme y el albañil tiene su uniforme, el policía también”, intentando tapar el fondo y la gravedad de la iniciativa.
El subsecretario de Derechos Humanos de la provincia, Juan Arcuri, vio el material a través de la red Internet y le causó “sorpresa y desconocimiento desde lo institucional”. Habló con el subjefe de la policía, Néstor Siri, “porque hay cuestiones que no hacen a la perspectiva de una infancia y adolescencia como lo prevé nuestra legislación. Me dejó tranquilo en el sentido de que no tenía cobertura institucional y es una iniciativa propia del capellán de Esquel”.
Para el funcionario, las experiencias de recreación para niños “tienen larga historia y se encauzan por otro tipo de organización, no desde un área del Estado cuya tarea específica es la seguridad y debe abocarse a lo estrictamente institucional”. El sacerdote finalmente, fue pasado a disponibilidad por el gobierno provincial.
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