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miércoles, 25 de agosto de 2010

Santa Fe: Se agrava el conflicto en Paraná Metal

Incertidumbre: Desde el miércoles 4 de agosto la autopartista ubicada en Villa Constitución quedó al borde de la quiebra ya que Oil M&S, su propietaria, decidió abandonar el negocio y no presentar un plan de pago para sortear el concurso de acreedores iniciado en diciembre de 2008. Esta decisión afecta directamente a los mil trabajadores de la fábrica y a sus familias, quienes realizarán un paro y movilización de toda la seccional el próximo miércoles 18, con el objetivo de reclamar al gobierno nacional urgentes medidas para preservar los puestos de trabajo.

En solidaridad con los trabajadores de Paraná Metal, sectores de la CTA han hecho circular el siguiente texto para ser firmado, que lleva los nombres iniciales de Pablo Micheli, Ricardo Peidró, Victor Mendibil y José Rigane. El Espejo adhiere a esta solicitada:

Queremos manifestar nuestra solidaridad con los trabajadores de Paraná Metal. La crisis en Paraná Metal la pagan los 1.000 trabajadores, 250 ellos contratistas. El problema actual lo sufren ellos, sus familias y el conjunto de los trabajadores de Villa Constitución. La actual situación es una nueva ofensiva empresarial contra los trabajadores, sus familias y el conjunto de la sociedad creadora de riqueza.
El grupo empresarial OIL M&S, cuyo titular es Cristóbal López, no presentó un plan para mantener en actividad a la empresa. Eso activó el accionar judicial para que alguna empresa o inversor presente un plan de negocios. Si así no se hiciera, la empresa va a la quiebra.
Los trabajadores están sujetos al chantaje del modelo productivo capitalista que solo considera la potencialidad de las ganancias empresarias. Es cierto que desde el gobierno se sustenta transitoriamente con el programa de “recuperación productiva” (Repro), pero la empresa está cerrada, sin producción, y con Débora Giorgi, la Ministra de Industria que no recibe a los representantes de los trabajadores. Es urgente esa reunión para analizar las condiciones de apertura de la fábrica.
La fábrica puede funcionar. Los trabajadores pueden hacerla funcionar y asegurar la dirección colectiva bajo gestión obrera. Los trabajadores saben y pueden hacer funcionar la fábrica sin adicionar ganancia en sus precios. Existen condiciones técnicas y profesionales en el Estado, en Institutos públicos, caso del Inti, y en la Universidad Pública, tanto como en Centros de Estudio e Investigación, vinculados al movimiento obrero para asegurar asistencia técnica de calidad y compromiso con los intereses de los trabajadores.
Paraná Metal colocaba su producción a la Ford de Brasil. Las autoridades argentinas deben hacer gestiones ante el gobierno brasileño para discutir un programa de abastecimiento a la terminal automotriz, y en ese marco analizar las condiciones de una asistencia comercial y financiera para la reingeniería tecnológica. La integración regional debe servir para resolver problemas de los trabajadores y los pueblos, no sólo las necesidades de la ganancia o la liberalización que reclaman los empresarios.
Paraná Metal es uno de los tantos casos que evidencian los límites de la política industrial nacional. En lugar de financiar empresas terminales, que producen para afuera, no consumen producción nacional, no emplean trabajadores (el total de la industria terminal nacional emplea menos de 20 mil trabajadores), y hacen lobby para bajar los salarios, el Gobierno debería financiar proyectos como éste, dirigidos por sus trabajadores, que contribuyen con su trabajo al bienestar de sus pueblos.
De no ser así, e incluso si así fuera, tenemos que saber que, las conversaciones con otros gobiernos de la región son posibles. El saber hacer de los trabajadores argentinos puede contribuir a desarrollos soberanos de una producción regional que supere la subordinación productiva a las transnacionales que dominan el ciclo económico y subordinan a nuestros países a la dependencia en el marco del sistema capitalista.
Lo que ocurre hoy en Villa Constitución es una muestra de lo que ocurre en el país, de la impunidad empresarial, que solo contempla sus ganancias y nada asume cuando se trata de los intereses de los trabajadores. Nuestra solidaridad es interesada. Hoy con Paraná Metal, porque resulta un eslabón más de la ofensiva e impunidad empresarial en un marco de crisis mundial del capitalismo. Y, lamentablemente, hoy es una evidencia palpable de a quiénes benefician las "políticas industriales".

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