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miércoles, 24 de junio de 2009

Demagogia y trampa


Mujer y revolución, o maquillaje y pelo largo
Por Cristina Camusso (*)

En un acto realizado en José C. Paz, una de las zonas más carenciadas del conurbano bonaerense, la presidenta Cristina Fernández refirió a las condiciones difíciles que afronta por el hecho de ser mujer: “Todo cuesta más cuando una tiene el pelo largo y se pinta. Pero no importa, no van a poder conmigo, como no pudieron con ninguna de ustedes”. Y agregó: “Tenemos la fortaleza que nos da ser dadoras de vida, la fortaleza de haber aguantado las cosas que el compañero no aguanta porque los hombres tienen otro orgullo y están formados de otra manera”.
Palabras que combinan demagogia y trampa. En el primer párrafo, ¿a quienes se refiere Fernández? ¿A la burguesía argentina? ¿al imperialismo y al capitalismo que degradan y saquean pueblos y riquezas? ¿Al patriarcado, que inscripto en la lógica del lucro del capital transforma en mercancía los bienes de producción colectiva y los cuerpos en tanto fuerza de trabajo y en el mercado cada vez más diversificado y rentable de la sexualidad?

Sí, las mujeres se han hecho cargo de la doble jornada en el trabajo y en el hogar. El movimiento de mujeres ha revelado, que las relaciones entre varones y mujeres no responden a una esencia de la naturaleza o mandato divino, sobre los cuales es imposible actuar. Por el contrario ha hecho visible que refieren a construcciones históricas, sociales y culturales. Por tanto, son modificables. En la posibilidad de un hombre y una mujer nuevos, está planteado el desafío por alcanzar una sociedad ajena a la lógica de la ganancia y la explotación social.
Fernández ha definido con claridad su opción por el capitalismo y el rechazo a tratar el aborto seguro legal y gratuito, un derecho al que no acceden las mujeres populares, que carecen de los recursos económicos para transitar el circuito clandestino. Temas clave ante los cuales la mandataria se somete plenamente al poder instituido. Es en verdad, parte constitutiva del mismo. A la par que los varones que están en esa frontera de clase. No importa si lo hace con pelo largo y maquillaje.
Miles de mujeres han atravesado la historia del movimiento obrero y las luchas feministas de este país, desde las ideas de la revolución, la igualdad, la justicia, las demandas como mujeres. El acceso a la presidencia no equivale a un salto cualitativo en el equiparamiento entre los sexos. Por el contrario, suele expresar, como en este caso, nula conciencia de género y adscripción burguesa a la política. Hoy, está planteado el posicionamiento en la confrontación en curso en el continente, la incorporación al Alba.
Las mujeres trabajadoras y revolucionarias enarbolamos esa estrategia. Y cuando venzamos –porque sin duda venceremos- nadie se fijará si alguna de nosotras tiene maquillaje o pelo largo.

(*) Socióloga, militante por el socialismo y feminista

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